En la vida siempre hay momentos en los que se espera algo con muchas ganas y, finalmente, termina siendo una gran decepción. Esto podría ser en cualquier ámbito de la vida, ya sea en el trabajo, en los estudios o en las relaciones personales, pero hoy, quiero hablar de algo que nos afecta a todos, el mundo del entretenimiento.
Probablemente, uno de los mayores causantes de decepción en los últimos tiempos ha sido el mundo de los videojuegos. Los anuncios de nuevos juegos, tráilers y promesas de revolucionar el género nunca han sido tan grandes como en la era actual. La emoción de los fans por obtener el último juego de su saga favorita, solo para encontrar que no fue lo que se esperaba, es algo que ocurre con bastante frecuencia.
No hay nada más decepcionante que esperar con emoción la llegada de algo y descubrir que no fue lo que esperábamos. Los consumidores merecemos algo más que solo promesas y anuncios vacíos. Las empresas deben ser más transparentes y honestas sobre lo que pueden ofrecer y lo que no pueden.
La industria de la música es otro territorio lleno de decepciones. Hay algunas fechas que todos esperamos con ansias, como los conciertos de artistas internacionales, el lanzamiento de álbumes o sencillos, y esperamos que sean experiencias increíbles.
A los fans de la música se les debe proporcionar una experiencia de calidad, tanto en eventos en vivo como en el lanzamiento de álbumes o sencillos. Un artista debe cumplir con las expectativas que se generaron alrededor de esta estrella. Si la música y todo lo que rodea a este artista no es la experiencia que prometió, entonces la decepción es enorme.
A los amantes de la televisión y el cine les encanta tener algo nuevo en lo que enfocarse, especialmente después de esperar meses o años para que se lance un nuevo programa o película. Esperamos que estos nuevos títulos sean una novedad y que nos brinden una experiencia emocionante y refrescante. Sin embargo, no siempre es el caso.
Los fans merecen algo más que sólo humo y espejos; se requiere un esfuerzo real y una calidad adecuada para que estos fans sean felices. Si se va a promocionar un programa o película, se necesita cumplir con las promesas; y si se desea que los espectadores regresen en futuros proyectos, entonces hay que asegurarse de brindarles algo digno de volver.
La falta de calidad y honestidad en los productos de entretenimiento es una realidad que nos afecta a casi todos. Es triste esperar ansiosamente algo y sentirse defraudado por la falta de esfuerzo y compromiso por parte de los creadores de estos productos. Espero que en el futuro, las empresas se den cuenta de que es importante ser honestos y entregar lo que prometen; que los espectadores y consumidores merecen una experiencia de calidad y no ser engañados con falsas promesas. Para lograr esto, se necesita una gran cantidad de trabajo y atención al detalle y se requiere mucho esfuerzo para asegurarse de que los fans tengan la experiencia que merecen. Cambiar esta cultura es de vital importancia.