Es innegable que la economía mexicana ha tenido altibajos a lo largo de los años. Desde la crisis del petróleo en los años 80 hasta la reciente pandemia del COVID-19, México ha tenido que enfrentar variados retos que han impactado significativamente en el desarrollo económico del país.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno y los diferentes sectores empresariales, existe una brecha económica muy grande entre la población. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 41.9% de los mexicanos vivía en situación de pobreza en 2020, lo que equivale a 52.4 millones de personas.

Esta situación es alarmante, especialmente en un país que se considera una economía emergente y que es miembro del Grupo de los Veinte (G20). ¿Es posible, entonces, tener una economía más justa y equitativa en México?

La respuesta es complicada, pero es necesario entender las causas de la desigualdad económica en el país para poder plantear soluciones a largo plazo.

Una de las principales causas de la desigualdad económica en México es la falta de acceso a la educación y al mercado laboral. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sólo el 29% de los mexicanos mayores de 25 años cuentan con educación terciaria. Además, la tasa de desempleo en México ha ido en aumento en los últimos años, alcanzando un 5.4% en 2020.

Estos números son preocupantes, ya que la educación y el empleo son elementos clave para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. El gobierno mexicano y los sectores empresariales tienen el reto de crear políticas y medidas que promuevan el acceso a la educación de calidad y al mercado laboral para todos.

Otra causa de la desigualdad económica en México es la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. Según el informe "Global Wealth Report" de Credit Suisse, el 1% de los mexicanos más ricos posee el 43% de la riqueza del país.

Esta concentración de la riqueza tiene impactos negativos en el desarrollo económico y social del país, ya que limita el acceso a recursos y oportunidades para la mayoría de la población. Es necesario que el gobierno promueva políticas fiscales justas y que se enfrente a la evasión fiscal y la corrupción para poder reducir la brecha económica y favorecer el desarrollo equitativo del país.

Además, es necesario que México promueva políticas de inclusión social en áreas como la salud, seguridad, vivienda y acceso a servicios básicos. De acuerdo con el informe "Desarrollo Humano en México 2020" del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el acceso a servicios públicos en México está asociado con una mayor movilidad social y una disminución en la desigualdad.

Por otro lado, la implementación de políticas que favorezcan el desarrollo económico de las regiones más pobres del país es vital para reducir la brecha económica. De acuerdo con el INEGI, la mayoría de las personas en situación de pobreza se concentran en las regiones más marginadas del país, como Oaxaca, Chiapas o Guerrero.

Es necesario que el gobierno promueva la inversión en estas regiones y fomente la creación de empleos y actividades económicas locales para poder impulsar un desarrollo integral y equitativo.

Finalmente, la reducción de la brecha económica en México requiere de un compromiso y esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Es necesario que las empresas, organizaciones civiles y ciudadanos trabajen juntos en la promoción de políticas y medidas que favorezcan el desarrollo económico y equitativo del país.

En conclusión, es posible una economía más justa y equitativa en México, pero esto requiere la implementación de políticas y medidas que promuevan el acceso a la educación y al mercado laboral, la inclusión social, el desarrollo económico de las regiones más marginadas y la promoción de políticas fiscales justas. La reducción de la brecha económica es una tarea que involucra a toda la sociedad y que requiere un compromiso y esfuerzo conjunto para poder alcanzar un desarrollo sostenible e integral.